Cuidar la vida...
Relatos de lealtad y supervivencia
Antropológicamente parece demostrado que los seres humanos estamos especialmente diseñados para enfrentar la adversidad, proveída en grandes cantidades por un entorno hostil no solo de ahora, sino desde que el mundo es mundo. Por eso competimos, tratamos de correr más rápido que los demás; nos saboteamos, agredimos y somos agredidos, pero, al final, como decían las abuelas, en alguien o algunos o algunas ha de haber cabido la cordura.
Las coordenadas de la labor colectiva de este libro fueron: la construcción de una narrativa acerca de la propia identidad a partir de la enfermedad o los estados de indefensión y extrema vulnerabilidad.