De esta sierra a la otra sierra…
La tradición musical de arpa grande en el Sur-Oeste de Michoacán y el Sur-Oeste de EE. UU
A través de los procesos migratorios de 1980 se ha conformado una generación de hijos
de migrantes radicados en los Estados Unidos, que replican las prácticas musicales tradicionales de sus padres, en un país donde se conforman como un grupo minoritario.
En este sentido la práctica musical ha tenido una función social en las festividades de los migrantes, externando, reforzando y reconfigurando una identidad cultural en un país que no es el propio.
La música de los conjuntos de arpa ha sido un vínculo entre los paisanos que radican en el otro lado, pues a través de estos eventos ya sean en fiesta familiares o festividades religiosas, se encuentran con personas de su tierra, personas que pasaron por situaciones similares y que ahora al estar lejos del terruño sienten ese sentido de pertenencia por las cosas que los identifica como Tierracalenteños o Michoacanos.
El sonido del arpa funge como un sonido identitario en este grupo social, ya que si tomamos en cuenta a la cultura como un sistema cuyo papel fundamental consiste en la socialización de un significado del mundo. De esta forma, hacerlo comprensible desde una perspectiva particular, es decir, como todo aquello que identifica a un grupo de personas, por lo que la identidad se puede definir como la experiencia cotidiana, no es algo establecido sino que se va construyendo a lo largo de la existencia del individuo a través de la relación con otros individuos, ante todo una construcción subjetiva, resultado de las interacciones cotidianas, por medio de las cuales los sujetos delimitan lo propio frente a lo ajeno, de esta manera ellos dotan de significado al proceso migratorio, y el espacio geográfico, que primero transitaron y donde ahora se establecen de esta Sierra a la otra Sierra.