Iconografía y culto de San Benito de Palermo en la Nueva España (siglos XVI-XVIII)
Santo Benito perteneció tanto a la orden menor franciscana de observancia como a la orden menor reformada. Esta aparente disputa va a ser representada en varias estampas del santo en las cuales, por medio de la cartela san Benito expresa igual devoción a ambas. Su proceso de santidad se dio de manera acelerada y en 1595 su cuerpo fue trasladado de la fosa común a la capilla del convento de Santa María de Jesús, en Palermo por órdenes de Felipe III. Sus tres primeros biógrafos, el mercader Giovanni Domenico Rubbiano, el padre Antonio de Randazzo y el padre Pietro de Tognoletto documentaron la devoción; siendo la hagiografía del tercer último traducida a la lengua española por el padre Pedro Mataplanes. Posteriormente, llegó al Nuevo Mundo la hagiografía del padre Diego Albarez. El conjunto de estos documentos se encargó de señalar la principal y más importante particularidad del santo: su origen etíope con progenitores africanos y esclavos.