A media luz
poemas y cuentos
Tradición y actualidad se cruzan en la construcción lírica de Rubén García Aguayo, pues sus poemas, por un lado, recuerdan el improbable aliento de las musas susurrando al oído del poeta las frases seductoras de la pasión amorosa y la duda existencial, mientras que, poco a poco, se revela un estilo personalísimo, una elocución edificada a base de conocimiento oficioso de la arquitectura de las frases; y por otro, los tópicos consabidos, en especial el amor humano, actualizan su ritmo interno en cada poema, abriendo la posibilidad de discutir las variables eróticas, desde el recuerdo juvenil hasta la evocación idealista.
Muchas voces y muchos temas están expuestos en este poemario, se escuchan firmes, dolientes, festivas, solidarias, reflexivas, amantes, y, especialmente representativas de la naturaleza humana. La propuesta del autor contiene herencias de escuelas literarias que sugieren tonos líricos de cuño clásico y síntesis de Modernismo latinoamericano. El ritmo y la melodía son constantes, las frases encajan como piezas de rompecabezas, ajustadas al ritmo natural del idioma español. La estructura versificadora dota a los poemas de cierta tradición melancólica, tanto por los impulsos sentimentales que motivan el discurso como por la musicalidad de la rima asonante y consonante.
Leer sus poemas es como reencontrar una tradición perdida, es escuchar una voz coherente entre las estridencias de las majaderías y maledicencias que dominan las emisiones líricas populares.