Tequila Denominación de Origen Calificada
Amatitán-El Arenal
El tequila, un dinamizador de relaciones sociales, debe ser producto de buenas prácticas agrícolas, ecológicas, humanas, por tanto, un productor de otras formas de relacionamiento entre naturaleza, sus recursos y los seres humanos.
Por las características del modelo, la escala debe ser pequeña, regional, manejable en términos territoriales. La producción igualmente debe responder a una lógica centrada en la sustentabilidad más que en otra suerte de indicadores de mercado.
Por todo esto, el modelo es rentable, y en el largo plazo los efectos benéficos son mayores en términos de sostenibilidad económica, social, ecológica y ética.
En el siglo XXI el consumidor está dispuesto a pagar por un producto libre de experimentación en animales, uno que evita y no admite la explotación humana, el cual por su trazabilidad exhibe cómo sus prácticas contribuyen a enfriar el planeta, nuestra casa común. Por ello es imprescindible e impostergable incorporar en las denominaciones de origen dos nuevos ejes como son la sostenibilidad y el desarrollo humano local, cuestiones nodales en este documento.
La clave está en el territorio, único e irrepetible. Por ende, conocerlo, delimitarlo con rigor a partir de sus características y cualidades, cuidarlo y mejorarlo, son las estrategias a través de las cuales una denominación se vuelve competitiva; es el factor cualificante.