Reseña

Las tradiciones textiles de los pueblos originarios incluyen un conjunto de expresiones artísticas manufacturadas con fibras de origen vegetal, animal o sintético que se elaboran de manera tradicional, es decir, por un conocimiento que se transmite de generación en generación, que tienen fines utilitarios, decorativos y de vestimenta, pero también son objetos sagrados repletos de simbolismo que se ofrendan a los dioses y se usan, en ocasiones solemnes, como parafernalia ritual.
El arte textil es una expresión cultural que abarca distintas dimensiones que van desde la creación y producción colectiva de dichas expresiones de acuerdo a la costumbre, pero también a partir de su reconocimiento como Patrimonio Cultural se generan procesos de comercialización y consumo, por lo que se desencadenan problemáticas complejas sobre la apropiación simbólica e intelectual de un bien cultural colectivo creado por los grupos y comunidades.

En México actual, los pueblos originarios portadores de las distintas tradiciones textiles se enfrentan a procesos de patrimonialización que matizan y descontextualizan la producción textil, dando pie a la apropiación cultural y al plagio de diseños originales. Es por eso que es necesario recalcar que los objetos textiles son un aspecto muy importante de los sistemas de conocimiento de las comunidades que los crean, así como las técnicas, el manejo de fibras, el uso de tintes, la confección y los diseños de prendas hacen posible la existencia de estas tradiciones; su desplazamiento o desaparición impacta en la pérdida de otros sistemas culturales como la lengua, pues si las tradiciones ya no existen no es necesario nombrarlas.

La muestra fotográfica que presentamos corresponde a la diversidad de objetos textiles elaborados por artesanos y artesanas de distintas comunidades, con quienes hemos colaborado en el proyecto “Documentación histórica, etnográfica y lingüística del arte textil otopame: otomí-chichimeca (región centro)” que forma parte del Programa Nacional de Etnografía 2021-2023 (PRONE), a través de la Coordinación Nacional de Antropología del INAH. Parte de esta colección se incluyó en la exposición fotográfica Ya bit’u ar ts’ogi kwä. Tejidos para los dioses, que se presentó en el marco de la 34 Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia.

A partir de la documentación de objetos textiles y los saberes lingüísticos hemos podido reunir el presente material que corresponde al trabajo de campo realizado en la comunidad de San Felipe de los Alzati, en el municipio de Zitácuaro, Michoacán, la comunidad de La Magdalena, y la cabecera municipal de Temascalcingo, Estado de México, la comunidad de Santiago Mexquititlán y cabecera municipal de Amealco de Bonfil, Querétaro, las comunidades de San Miguel, El Tule y Maguey Manso en el municipio de Tolimán, Querétaro y en las comunidades de Misión de Chichimecas, San Ignacio, Toreador de Abajo y cabecera municipal de San Luis de la Paz, Guanajuato, así como en el predio La Casona, en la colonia Roma de la Ciudad de México y en diferentes puntos de la ciudad de Santiago de Querétaro y la zona conurbada.

En dichas comunidades y asentamientos pudimos acercarnos a los y las artesanas que tejen, bordan y cosen distintas telas y fibras y que además se autoidentifican como ñatho (en Zitácuaro), jnatjo y ñható (en Temascalcingo), ñähño (en Santiago Mexquititlán, la Ciudad de México y la ciudad de Querétaro) ñöñhö (en Tolimán) y uza’ o chichimeco jonáz (en Misión de Chichimecas) quienes nos han compartido su tiempo y sus saberes con la finalidad de documentar, preservar y difundir su labor como portadores de la tradición.