Reseña

Una fiesta llamada Eternidad explora el lenguaje del cuerpo en las ciudades modernas. En poemas compuestos por versos contundentes, incisivos, el yo lírico aborda la entrada en la adultez al interior de una metrópoli europea después de haber migrado desde Latinoamérica. Entre la llegada y el asentamiento ocurren los poemas: un departamento atestado en donde las palabras nuevas se van revelando después de la asimilación de los hechos; un encierro en el baño que hace posible la escritura; las implicaciones de la ausencia del tiempo en el cuerpo; un intento por asir el presente con amor; la vacuidad del lenguaje bursátil en la precariedad; la fiesta como el contraataque del cuerpo ante el sistema; un poema sobre la imposibilidad de lograr los deberes laborales; un ligue entre mujeres de países distintos; la imposible utopía en el presente; el lenguaje de lxs desterradxs que llamamos migrantes; el cuerpo en las redes sociales; las sustancias, el sexo, los deseos, el calor y el agotamiento. Es como si la escritura incontenible de Gabriela Wiener se inscribiera en la agitación contemporánea para crear un mundo doblemente energético y, en un sentido que solo ocurre en los poemas, liberador.