Reseña

El presente libro analiza como la economía mexicana ha caído en un contexto de estancamiento e inflación, que no será temporal. Se muestra que es un problema estructural consecuencia de las políticas de libre movilidad de mercancías y de capitales, aunado a las políticas macroeconómicas de estabilidad que actúan contra el sector productivo, el empleo formal y el sector externo y con ello predisponen a la economía a depender de las importaciones y de la entrada de capitales.
El gobierno pierde el manejo soberano de la política económica para impulsar el crecimiento y la economía queda sujeta a las decisiones del sector privado y al comportamiento de las variables externas. Por más que haya entrada de capitales no se han logrado configurar condiciones endógenas de acumulación y crecimiento, ya que se canalizan al sector financiero y con ello se agrava el déficit externo y lleva a la política económica a seguir promoviendo la entrada de capitales.
Se analizan las consecuencias de la crisis de pandemia durante la Guerra Rusia-Ucrania y su impacto en la economía mexicana, que se tradujo en desabasto, freno al proceso productivo y posteriormente en presiones inflacionarias, como consecuencia de la internacionalización de los mercados que ha generado la globalización. Así como ésta bajó la inflación mundial por décadas, pasa a internacionalizar la inflación, cuando ésta se presenta.
Se advierte que la economía mexicana no tuvo condiciones productivas y manejo de política económica para hacer frente a tales problemas, debido a que se ha priorizado la estabilidad cambiaria a favor del capital financiero para que venga y no salga del país, por lo que no pudo bajar la tasa de interés, ni incrementar el gasto público como lo hicieron muchos países para encarar la pandemia y la falta de suministros.