Pablo O’Higgins. estampas de vida y lucha
La lucha social es uno de los temas más destacados en el arte mexicano de la primera mitad del siglo XX. Esto atrajo a numerosos artistas extran-jeros durante el periodo posrevolucionario y, posteriormente, durante el cardenismo. Así, México fue el nuevo hogar de grandes artistas, que además aportaron tanto al arte mundial como al pensamiento progresista de la época.
El trabajo de Pablo O’Higgins no se limitó a representar esta lucha en el papel o el lienzo. O’Higgins vivió la lucha en su proceso creativo, cuando hacía obras en conjunto con los artistas de la Liga de Escritores y Artistas Revolucio-narios y el Taller de Gráfica Popular, y cuando se involucraba profundamente con la clase obrera y campesina, ejerciendo una verdadera horizontalidad y poniendo en práctica los preceptos socialistas. Esta manera de entender la rea-lidad, con un verdadero compromiso político, fue muy bien recibida en México, una tierra donde no había nacido pero que lo adoptaría casi inmediatamente.
Hoy, además de valorar al O’Higgins artista, aquel que experimentó con la técnica de la estampa y creó escenas llenas de expresividad gracias a su gran maestría dibujística, también se homenajea al O’Higgins humano, que sigue siendo un ejemplo de buenas prácticas, con su pareja, con sus colegas, con las personas en general, sin importar su condición social u origen étnico. Pablo nos invita en cada una de sus obras a repensar nuestro papel en la sociedad y cuestionarnos hasta dónde podemos llegar para mejorar la vida de todas las personas a través de la acción, de levantarnos y no quedarnos calladas.