Mural Historia de la computación
El libro “Mural Historia de la computación" es un recorrido visual del mural pintado en 1988, en el vestíbulo del edificio de la entonces Dirección General de Servicios de Cómputo Académico (DGSCA). A través de las imágenes, el autor narra cómo los muralistas representan la evolución de la tecnología desde el origen del mundo hasta los dispositivos digitales.
El mural abarca un área de 170 m2 y se compone de tres grandes ejes temáticos: el encuentro de dos culturas, el origen de las primeras computadoras y la presencia de la computación en la vida contemporánea. El mural combina elementos de la cultura
mesoamericana con la tecnología de la computación, creando un sincretismo visual interesante.
En la obra se representan elementos como el ábaco, el calendario azteca, estelas mayas, una máquina calculadora de Charles Babbage, tarjetas perforadas y componentes electrónicos. También se muestra la evolución de la tecnología, desde las máquinas mecánicas hasta los chips de silicio que se utilizan en dispositivos modernos.
El mural culmina con la imagen de un ser humano que sostiene un átomo en la mano y presenta circuitos integrados en lugar de huesos, simbolizando la fusión entre la humanidad y la tecnología en el futuro.
El mural "Historia de la computación" es una obra artística que celebra la evolución de la tecnología de la computación, fusionando elementos de la cultura mesoamericana con la innovación tecnológica. Es un recordatorio visual de cómo la tecnología ha transformado la
sociedad y continúa influyendo en el futuro, realizado por Facundo Pérez, Vicente Díaz, Ángel Reyes y Daniel Morales