El mundo michoacano
de Fray Maturino Gilberti
Como el resto de la Nueva España, Michoacán vivió en el siglo XVI una catástrofe mayor: la población indígena bajó en más del noventa por ciento debido a las epidemias traídas por los españoles y a la explotación de los indios a través de la encomienda y la esclavitud. Al mismo tiempo, los frailes, con el fin de defender a los indios y cristianizarlos en sus lenguas, con sus alumnos y colaboradores indios, las aprendieron y escribieron gramáticas, vocabularios, doctrinas cristianas e historias, que comenzaron a ser impresas en 1546, contribución decisiva al conocimiento del hombre en un contexto de destrucción, temprano aporte hispánico a la revolución científica. En Michoacán este proceso fue temprano, intenso y revelador, dominado por las figuras de fray Jerónimo de Alcalá y fray Maturino Gilberti, quienes nos adentran, a través de las palabras, en un mundo en acelerado cambio en todos los aspectos de la vida.