Reseña

Las páginas que el lector tiene entre sus manos pretenden ser una pequeña aportación en pro de la salud emocional de las enfermeras y los enfermeros, un colectivo en el que ya se había observado uno de los mayores índices de burnout en el panorama internacional, antes de la pandemia por SARS-CoV-2.
Yo soy Amalia se comenzó a desarrollar durante la pandemia y plantea la importancia del compañerismo, el aislamiento y el cuidado del personal de salud. A lo largo del texto, nos permite reflexionar profundamente sobre dos situaciones: la primera, enfrentar el dolor emocional que generalmente está soterrado, escondido, porque se nos ha hecho creer que padecerlo y reconocerlo es un síntoma de debilidad y ahora, más que nunca, necesitamos hablar y escuchar para conjurar la soledad y la angustia en las que nos mantuvo el COVID-19; la segunda, demostrar la capacidad de las personas del sector salud para comprender el dolor físico y emocional de sus pacientes y sobreponerse a la adversidad.
Amalia es la representación de una parte del personal sanitario, así como de todas las vidas jóvenes que fueron completamente trastocadas por esta pandemia. Por ello, al hacer visible este trabajo escénico es nuestra forma de agradecer el profesionalismo, la entrega y la generosidad que tuvieron hacia los enfermos y sus familiares.