Reseña

Los catecismos fueron herramientas muy populares en Inglaterra. Eran diseñados para utilizarse en la iglesia, en el hogar, o en las escuelas, y podían abarcar diferentes temas por medio de preguntas y respuestas que facilitaban la comprensión y estimulaban la memoria. Los puritanos tenían una inclinación particular por el uso de estos medios de instrucción y consolación. La gran variedad de catecismos puritanos es una evidencia de la manera en la que los ministros procuraban atender las necesidades de sus congregaciones de una manera sencilla y clara.
El catecismo del enfermo es una excelente muestra de los esfuerzos puritanos por aplicar las verdades bíblicas en todas y cada una de las esferas de la vida. En esta compasiva obra, Thomas Draxe centra su atención en las necesidades y el bienestar espiritual de los enfermos. Su objetivo principal es adentrarse en la difícil tarea de proveer una sólida instrucción religiosa para aquellos que, por causa de la enfermedad, pueden estar viendo su condición de manera equivocada, y, como consecuencia, necesitan una instrucción particular que les permita crecer en fe, paciencia y confianza en la providencia de Dios.
En esencia, la obra de Draxe nos invita a mirar a la enfermedad desde una perspectiva bíblica, no centrándonos únicamente en las aflicciones temporales, sino mirando hacia la eternidad. Teniendo en cuenta la importancia de la fe y la esperanza en Cristo, como el fundamento sobre el cual es posible estar preparados para soportar los peores dolores de este mundo, y estar listos incluso para enfrentarnos a la muerte.