Proclamación de la abolición de la esclavitud
La preocupación por establecer la igualdad social entre la población de la Nueva España tuvo una primera expresión en Hidalgo, quien durante su estancia en Valladolid expidió el 19 de octubre de 1810, un bando por el cual declaraba abolida la esclavitud, mandaba poner en libertad a los esclavos y prohibía el tráfico y comercio de ellos, bajo pena de muerte. Por el mismo bando, suprimió el tributo de las castas, y redujo varias contribuciones que gravitaban sobre el pueblo bajo, a la vez que dictaba la pena de muerte contra los saqueadores.
Para 1813, Morelos había instalado el Congreso de Chilpancingo y en uso de las facultades que dicho Congreso le había dado como Jefe del Supremo Poder Ejecutivo, expide el 5 de octubre de 1813 un bando en el cual decretaba la abolición de la esclavitud: “porque debe alejarse de la América la esclavitud y todo lo que a ella huela”. Aquí también el líder insurgente había decretado la abolición de las distinciones de origen étnico reafirmando la nacionalidad americana al señalar: “Que quede abolida la hermosísima jerigonza de calidades indio, mulato o mestizo, tente en el aire, etcétera, y sólo se distinga la regional, nombrándolos todos generalmente americanos”.
Estas proposiciones serían retomadas posteriormente por Morelos el 13 de octubre de 1814, en sus Sentimientos de la Nación, al señalar “Que la esclavitud se proscriba para siempre, y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un Americano de otro el vicio y la virtud”.