El ejido en Yucatán
Discursos
El problema agrario de Yucatán ha sido minuciosamente estudiado en sus aspectos complementarios de organización, de crédito, de industrialización, de comunicaciones, de mercado, de educación y de salubridad, y se ha elaborado ya el programa de conjuntos que va a llevarse a cabo desde luego tanto para satisfacer las necesidades de los pueblos como para evitar el descenso de la producción henequenera que se viene registrando a partir de 1916.
Planteada esta resolución irrevocable, salvadora para Yucatán y de estricta justicia, hoy, después de noventa años de iniciada la última tragedia de la raza maya, viene la Revolución a entregar a los henequenales, una mínima compensación de la sangre derramada en sus luchas por la tierra que tantas víctimas ha causado en las comunidades indígenas: Para asegurar el éxito del movimiento agrario de Yucatán: es necesario contar con la cooperación decidida y enérgica de ustedes, las organizaciones obreras, magisteriales y la juventud revolucionaria, respaldando el programa de la revolución, de la revolución de hoy, que reconoce como primera obligación, la reivindicación integral de nuestras razas indígenas; obligación a la que estoy seguro no permanecerán ustedes indiferentes en esta vez. Por lo tanto, el primer acto de ustedes es ir a los campos de cultivo a decirles a sus hermanos los peones acasillados que tengan fe en si mismos; que no se dejen engañar más; que la revolución viene a cumplir el sagrado deber que tiene con la gente del campo y que ha llegado la hora de su liberación definitiva que lo hará salir de la ignorancia.