El deshojar de la demencia
En una ciudad en duermevela, un asesino en serie se desliza
como una serpiente por las calles hacia el encuentro con sus
víctimas: mujeres jóvenes e ingenuas. El olor a gardenias y el
color rojo salpican las habitaciones en donde él realiza su venganza
por la vida robada.
En esta novela la autora nos muestra los resquicios más oscuros de
una mente desquiciada y la difícil decisión de una madre. Asistimos
a las escenas en donde los esfuerzos de un par de agentes por seguir
las huellas y encontrar al “asesino del labial rojo”, se pierden
entre la noche y el descubrimiento de un nuevo crimen. La desarrollada intuición de Marín -el agente a cargo de la investigación- y
el desespero ante las pistas inciertas con la música de fondo del tic
tac del reloj que avanza sin tregua, conforman un contraste profundo
con los escenarios iluminados en cada amanecer.
Leer estas páginas es sumergirse en un drama familiar y social en
donde la muerte deja un rastro de asuntos inconclusos. Con cada
capítulo atisbamos los hilos que, como una marioneta, mueven
las sombras.