Sonetos
En ninguna parte de su extensa obra poético-teatral juega Shakespeare con el lenguaje de modo más audaz, más suelto de verbo y más amarrado de intención que en estos 154 sonetos de amor, su trabajo más depurado, y ciertamente entre lo más bello que se ha escrito hasta hoy en lengua inglesa. Esto afirma Fernando Marrufo al explicar las características de su traducción en esta edición bilingüe, y abunda: “A Shakespeare hay que decirlo o leerlo en voz alta. Es decir, hay que cantarlo. Como todo gran poeta, Shakespeare es físico; está en la boca, labios, lengua, paladar y dientes, tanto como en el cerebro y el corazón”.
La doctora Enriqueta González Padilla, quien creó y dirigió hasta su fallecimiento el Proyecto Shakespeare de la UNAM, celebró en su momento la aparición de esta versión que ahora incluimos en Nuestros Clásicos, con estas palabras: “alcanza un alto nivel de aproximación que introduce con éxito a ese bosque tupido, exuberante y laberíntico que es la poesía de Shakespeare. Por ello estamos agradecidos con el vate yucateco y lo consideramos un cabal maestro del difícil y laborioso arte de traducir”.