Autoridad e individuo
Todos los animales sociales fundamentan la unidad y la cooperación de su grupo en el instinto. Incluso la sociedad humana descansa en este principio, pero a medida que ésta se civiliza, surgen individuos con impulsos o deseos distintos a los del resto, que llegan a ser amenazantes para la cohesión social. Esta iniciativa individual puede ser restringida por el Estado o bien carecer completamente de vigilancia, y de igual modo puede producir un criminal que un brillante innovador. Con todo, estos individuos suelen ser excepcionales y poseer cualidades que, a decir de Bertrand Russell, no deberían desaparecer: energía e iniciativa personal, independencia de criterio y visión imaginativa. Éstos son los hombres que se destacan en la historia y que, bienhechores o no, contribuyen a transformar el destino de la humanidad. En esta obra, una de las mentes más lúcidas del siglo XX se propone analizar el grado de iniciativa personal necesario para el progreso, sin que por esto llegue a violentar la cohesión social que garantiza la supervivencia.