Cuaderno bermejo
“Escribir, una desgarradura y una fidelidad; una pertenencia y una extranjería, condición bifronte de quien arranca la esperanza en el deshojar de un cuaderno bermejo”. En esta bitácora contemplativa, Mariana Bernárdez concentra una experiencia embriagadora de la realidad; una relación esencial con las palabras y con el cuerpo, y una ofrenda a la belleza de los paisajes que recorre: Benarés, Madikwe, Jaipur, Santa Sofía, Mozambique.
El contacto de la tinta con el papel desnuda al yo. A través de fragmentos, notas, postales y recuerdos, se puede ser fiel a la vida interior, con toda su complejidad y maravilla, “los ojos relumbrados por el azoro mientras la mano desliza la línea de un tejer fino”. En este Cuaderno bermejo, la escritura entra en el orden de lo imprescindible.