Poesía meditacional de la India
El florecimiento de la poesía de la India se hace visible primero en los versos escriturales del Rig Veda (tercer milenio a. C.). Si vamos hacia atrás en el tiempo, notaremos que esta antigua poesía se originó desde la era protoindoeuropea, la cual ya comenzaba a llevar los frutos de una meditación entre las tierras altas de Asia central y las montañas del Hindukush. Las descripciones poéticas del Rig nacieron en paisajes sublimes, agua clara, lagos glaciales, cañones montañosos, torrentes y la fértil belleza del follaje. La adoración de los espíritus de la naturaleza y los sentimientos que la mueven solo podría llegar a nosotros desde un lugar distante e inaccesible a las pisadas del hombre, a la arrogancia de la humanidad. Estos versos son como elegías o himnos a los dioses de un universo dadivoso y una naturaleza pletórica. El poeta hace adoración con ofrendas elementales de aceite, fuego o semillas y se refleja en el horizonte más allá del cielo, en los mundos que separan a la vida de la muerte; al
tiempo, de la eternidad; al ser, de la nada.