Nupcias de Filología y Mercurio
Con esta obra, Marciano Capela —¿abogado, poeta, filósofo, cartaginés de los siglos IV y V?— se erige en ventana abierta por la cual se mira desde la Edad Media hacia la Antigüedad Clásica, o desde ésta hacia aquélla.
Los dos primeros libros de Nupcias de Filología y Mercurio son los que merecen ese título; los otros siete constituyen las, como son nombradas por Capela mismo, “féminas” de los ahora famosos trivium y quadrivium: Gramática, Dialéctica y Retórica, y Geometría, Aritmética, Astronomía y Armonía, respectivamente.
En el relato de los libros I y II, aguijoneado por su mamá, Mercurio decidió espontáneamente contraer matrimonio, o con Sofía, o con Mántice, o con Psijé; de cuyos amores, sin embargo, tal dios tuvo que no sé si privarse o prescindir, dizque porque Sofía era devota de Palas; Mántice, en esos mismos días, por la impaciencia del amor había sido llevada a copular con Apolo; y Psijé, en su natalicio, había recibido insinuantes regalos de Júpiter, de Juno, de Tritonia, de Delio, de Urania, de Lemnio, de Afrodita, de su hermano, de Memoria, y de hecho se hallaba retenida por Cupido.
Así, Virtud aconsejó a Mercurio que lo hiciera con la terrenal Filología, a condición de que ella aceptara ser convertida en inmortal.
Más o menos así va este cuento, cuyos latidos, los ficticios y los reales, se perpetúan aquí, en el libro presente.