Nación
El origen de Hispanoamérica y la caída de la Monarquía Católica (1808-1837)
España nunca fue un imperio. Hasta el siglo XIX, el concepto de “España” debe adscribirse, ante todo, a un espacio geográfico (Península Ibérica) y cultural. Los distintos territorios de dicha península formaban parte de la Monarquía Católica, un agregado de reinos y señoríos con diferentes leyes, idiomas y sistemas tributarios, un enorme poder supranacional de carácter patrimonial originado por una unión dinástica y ampliado luego por un proceso de conquista. A principios del siglo XIX, como consecuencia de la invasión napoleónica, ese gigante, cuya principal razón de Estado durante sus casi trescientos años de existencia había sido la defensa del catolicismo, colapsó en medio de la cruenta guerra civil que supuso la pugna por imponer la soberanía nacional. En el proceso (1808-1837) fueron naciendo las distintas naciones de Hispanoamérica y la misma España, después que Grecia y un poco antes que Italia y Alemania.