Andanzas por la costa del Pacífico
“Y es que cada que Daniel migra lo hace cerca del mar. Eso lo descubrirán cuando lean las páginas que siguen. Igual que conocerán su pasado como activista y luchador social, su fascinación por las artes culinarias, su adicción al pan y al café, esa que lo incita a hacernos sucumbir a los demás con sus tentadoras, generosas enharinadas y azucaradas ofrendas. O quizá todo eso ya lo saben, porque él es verdaderamente un libro abierto, transparente y sin dobleces; pero, aun así, no podrán dejar de leer porque, como lo dije al principio, en estos tiempos tan violentos y desagraciados, del Colima que ya no es, siempre estaremos faltos del cariño y el consuelo que estas páginas emanan; de la paz, la esperanza y la fidelidad a los valores humanos y familiares que exudan todos los Peláez y todos los Carmona que con su ejemplo de perseverancia, supervivencia y amor, forjaron a este entrañable autor que es, por encima de todo, un ser humano como los que ya no hay.
Karina Robles