Me lo contó un pajarito
Los abuelos tienen fama de ser consentidores y de echar a perder a los
nietos, sin embargo, son entrañables y dejan una huella imborrable en
nuestras vidas.
Sus enseñanzas no son otra cosa que sus experiencias de vida. Desbordan
en los nietos el tiempo que por haber estado muy ocupados en proveer y
preparar para la vida a los hijos no pudieron brindarles.
Es por eso que, al tener el título de abuelo o abuela, se dedican a
consentir en todos los aspectos a esos pequeños retoños de sus hijos.
El abuelo de este cuento, en sus momentos de descanso, observa el
ajetreo de los pajaritos, y le surge la idea de transmitir ese aprendizaje
a sus nietas. Y es así como les demuestra cuanto los quiere, les
demuestra que siempre están en su corazón.
Polo García es un abuelo un tanto gruñón, pero con un corazón enorme
en el que caben todos sus amores, y a ellos dedica este libro.