La barca iluminada
En este nuevo libro de Eloísa Rosas escuchamos una nueva cadencia, la música de duelo por las pérdidas recientes del hermano y otros seres queridos, incluyendo los amigos, que manifiesta el dolor con versos entrecortados que trasmiten claramente la pena y la desazón, también confirman la esperanza que la poeta tiene en una vida ultraterrena y en Dios. Por ello, el volumen concluye con una sección independiente, una suerte de apéndice, como los lugares donde se encuentran las tumbas en las iglesias: “Cenotafio”, que consta únicamente de un poema, “Epitafio”, dividido en dos partes, que reiteran esa identificación con la naturaleza y la conciencia de que ese polvo, esa ceniza que es el devenir de la carne, reposará, reincorporándose, al universo.