MéxicoMéxico
Detalle
ISBN 978-607-29-4429-9

Renacimiento y liberación del intelecto; grandes exploraciones; colonialismo; crisis religiosa; capitalismo y estados modernos

Autores:
Acosta Hernández, Rubén
Acosta Hernández, Rubén
Acosta Hernández, Rubén
Colaboradores:
Porrúa Venero, Miguel Ángel (Diseñador)
Villazón, Miguel (Ilustrador)
Porrúa, Miguel Ángel (Diseñador)
Villazón, Miguel (Ilustrador)
Porrúa Venero, Miguel Ángel (Diseñador)
Villazón, Miguel (Ilustrador)
Editorial:Acosta Hernández, Rubén
Materia:Historia universal
Público objetivo:General
Publicado:2023-04-25
Número de edición:1
Precio:$550
Soporte:Digital
Formato:PDF
Idioma:Español

Reseña

Después de la caída en 1454 de Constantinopla y Bizancio (el Imperio de mil años) ante los otomanos, los conflictos asolan a Europa con la “Guerra de las dos Rosas” en Inglaterra, Luis XI y Carlos el Temerario en Francia, y en Italia se enfrentan Francia, Alemania y España. En Portugal la paz permite a Enrique el Navegante impulsar la exploración de la costa occidental de África y cruzar el Cabo Tormentoso o de Buena Esperanza con Vasco da Gama, quien llega a India con ayuda de la brújula y el astrolabio chinos, ya en uso por árabes y musulmanes desde el siglo XII.
En 1481 Cristóbal Colón concibe cruzar el Mar Océano (hoy Atlántico) para llegar a las islas de las Especias, pero Juan II de Portugal lo rechaza y acude a los reyes de España, los que le firman las Capitulaciones de Santa Fe que nunca le cumplieron y murió en Valladolid pobre, solo y abandonado. Le seguirían otros exploradores como Américo Vespucio y Magallanes, enviados por España.
Las exploraciones en el nuevo continente llevaron al sometimiento de los imperios azteca e inca. En el norte se establecieron las colonias sajonas y en el sur las españolas, lo que condujo a la hegemonía de Gran Bretaña y España con diferentes visiones, aquélla de colonización y ésta de explotación. Surgen los mecenas y comienza un movimiento para resucitar los modelos y valores de los clásicos griegos, que Vasari llama Renacimiento y, en base a la dignidad del hombre como eje central, surge el humanismo para reemplazar al teocentrismo medieval.
La riqueza que fluye en Europa exige otras estructuras económicas; en el siglo XVI Florencia adopta el capitalismo y Europa deja de construir catedrales para invertir sus ganancias en descubrimientos científicos y grandes exploraciones en busca de más riqueza, lo que hizo resonar al Jerónimo de Estridón del siglo IV que decía: “Un hombre rico es un ladrón o el hijo de un ladrón” y olvidar la sentencia cristiana de “Haz el bien sin mirar a quién”, para adoptar la de “Busca tu propio bien, sin mirar a costa de quién”.
La soberbia y prepotencia de la Iglesia católica le impide reformarse y sigue condenando a disidentes e inconformes —como Martín Lutero—, los que respondieron con la Reforma Protestante en Alemania y le hacen la guerra abiertamente, a pesar de que intentó renovarse con la Contrarreforma aprobada por el Concilio de Trento y la Compañía de Jesús, creada por Ignacio de Loyola como su ejecutor.
En Europa se consolidan los Estados modernos incluyendo a Suiza, España, Portugal, Francia, Gran Bretaña, Noruega, Suecia y los Países Bajos. Holanda desplaza en Asia a Portugal y su progreso hace florecer el arte. Rusia se convierte en Estado con Iván III, mientras en occidente surge la confrontación intelectual y política, así como la lucha de la burguesía. En el norte y oriente persiste el feudalismo.
En Francia la confrontación religiosa lleva al trono a Enrique IV, que años después es asesinado y de 1610 a 1643 le sucede Luis XIII bajo la regencia de María de Médici, la que designa primer ministro al cardenal Richelieu, quien monopoliza el poder del Estado. Al morir Richelieu en 1642 le sucedió el cardenal Mazarino, mientras que en Inglaterra se impone la dictadura de Cromwell, a cuya muerte los Estuardo son reinstalados en el trono.
En el noroeste de Europa surge Suecia y los Romanov extienden sus dominios, Polonia se reforma y vive su “época del diluvio”. En el siglo XVII Pedro el Grande sube al trono de Rusia y la europeíza; organiza el ejército y la armada cuando Europa había pasado en el siglo XVI las crisis sociales y la evolución intelectual del Renacimiento, del humanismo, de la Reforma, Contrarreforma y del mismo capitalismo, así como la crisis de las monarquías en el siglo XVII.
En el siglo XVIII se intensifica la Revolución Científica del siglo XVII y se pone en duda todo conocimiento anterior, impone el uso de la razón, la lucha contra las supersticiones y realiza una revolución científica en todos los campos similar a la artística del Renacimiento, ahora con científicos y filósofos como Johannes Kepler, Galileo Galilei, Nicolás Copérnico, Francis Bacon, William Harvey, Huygens, Descartes, Isaac Newton, John Locke, Blaise Pascal, Baruch Spinoza y Wilhelm von Leibniz. Se le llamó Siglo de las Luces.
En Inglaterra la República de Cromwell es reemplazada por los Estuardo y posteriormente cambia de dinastía con los Hannover y entra a la guerra de los Siete Años de 1756 a 1763, la cual debilitó a Gran Bretaña, por lo que intenta imponer nuevos impuestos —que colonos y trabajadores rechazan— y provocan la masacre de Boston para precipitar la unión de las colonias, el Congreso de Filadelfia, la Declaración de Independencia y, finalmente, la guerra que lleva a la independencia de las colonias al firmarse la Paz de Versalles.
En Francia el triunfo final de las colonias americanas fue visto como el resultado de las ideas de los filósofos liberales franceses, pero la crisis económica llevó a la convocatoria de los Estados generales y su proclamación como Asamblea Nacional Constituyente. El pueblo vio una confabulación entre el rey y los nobles, por lo que se lanzó a las calles llamando a las armas; el 14 de julio de 1789 se apoderaron de armas y cañones y se dirigieron a la Bastilla donde los esperaba la guardia de la prisión, cuyos disparos mataron a 100 personas. Finalmente, el pueblo se lanzó contra la fortaleza, decapitó a sus líderes y demolió la Bastilla que veían como símbolo de la opresión monárquica.
La rebelión se extendió hacia toda Francia y la Asamblea abolió el régimen feudal, suprimió toda servidumbre personal e instituyó la igualdad fiscal, la justicia gratuita y el libre acceso a todas las funciones del Estado, para luego votar el 26 de agosto de 1789 la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Pronto surgiría el terror, la guillotina y los tribunales populares revolucionarios, los asesinatos de Marat y decapitaciones para muchos de los mismos líderes revolucionarios, además de la abolición de la realeza y las ejecuciones de Luis XVI y de María Antonieta.

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