El madrigal de Cetina
Francisco Monterde publicó por primera vez El madrigal de Cetina en 1918, junto con otra novela de corte colonialista: El secreto de la escala. A manera de subtítulo, el autor escribió: “son narraciones de lejanos tiempos. En las que figuran visorreyes y visitadores, fijosdalgos y conquistadores, frailes e inquisidores de la Nueva España”. El libro incluía una presentación de MH (Manuel Horta, incluida en la presente edición). Aquella primera se debió a la imprenta Victoria.
Cincuenta años más tarde, fue publicada una edición conmemorativa a cargo de Alejandro Finisterre. Aquí reproducimos su colofón:
En su primera edición, El madrigal de Cetina —obra que se publicó en junio de 1918, antes de aparecer las investigaciones y los estudios críticos sobre Gutierre de Cetina, debidos a Francisco Rodríguez Marín y Francisco A. de Icaza, en Madrid— se dedicó al poeta y diplomático Antonio de Zayas. El duque de Amalfi correspondió entonces a la dedicatoria, con el siguiente soneto:
Gracias os doy, señor, por el presente
cuyo estilo castizo y elegante
mirara con solaz Pedro de Gante
y con placer Toribio Benavente.
En él la savia circular se siente
de la feraz metrópoli distante
y se respira el hálito fragante
que satura de México el ambiente.
Dichoso vos que el verbo castellano
diestro pulís con péñola severa,
honra de la abundancia gongorina.
Y agudo el dicho y el acento llano,
un libro compusisteis que pudiera
confesar don Gutierre de Cetina.