Nuestros hijos: Responsabilidad o regalo
Una propuesta para disfrutar la paternidad
Jamás me imaginé ser abuelo, pues mis hijos habían decidido junto con su pareja, no tenerlos.
Ya había aprendido desde mi paternidad a retirarme del control y realmente los disfrutaba
al escucharlos y al ver la manera cómo vivían, por lo que ser abuelo no me importaba.
De pronto, uno de mis hijos, me informó que sería abuelo y, tal vez es absurdo, pero me generó angustia, manteniéndome en un estado de inquietud que no lograba entender de donde nacía, ¿cuál era la creencia que me impedía reconocer esa realidad para aceptarla y disfrutarla?
Pasaron cuatro meses sin lograr dilucidar ese sentimiento. Mi angustia nacía de esta
realidad de violencia que estamos viviendo, de papás que abandonan a los hijos perdiéndose en ser proveedores, llenándolos de objetos, sin asumir su papel de educadores y sin entender a fondo la paternidad.
Al final de esos cuatro meses, hubo una noche que no pude dormir, me sentía ansioso, y sentía que algo tenía que hacer, pero sin saber qué. De pronto, como si el Ángel de la Guarda me hablara, brotó la respuesta: Era el momento de escribir esa investigación que había iniciado quince años atrás.
Me levanté a las dos de la mañana y me senté a configurar el índice de este libro. Enseguida empecé a reunir los documentos, que sumaron 54 y, cuando terminé, a las tres de la mañana, fue sorprendente cómo recobré la tranquilidad.
Conforme fui dándole forma a estas páginas, inicio esta alegría por ser abuelo. Este libro está hecho de manera especial para mis hijos, Axel y Marlene, con la finalidad de que aprendan a disfrutar la paternidad y, con ello, contribuir a la vitalidad y formación de mi nieta.