Cuando la vida era risueña
Cuentos escogidos de Katherine Mansfield
Katherine Mansfield, destacadisíma narradora en lengua inglesa en las primeras décadas del siglo XX, nació en Wellington, Nueva Zelandia, en el seno de una familia de origen inglés acomodada. Vivió su infancia en una zona rural, lo que le brindó la oportunidad de llevar una rica vida familiar, rodeada de la naturaleza, de abundancia de flores, de juegos infantiles con sus hermanos y de la protección de una abuela amorosa, hacedora de mermeladas, de quien tomará el nombre de Mansfield como escritora. Desde muy joven buscó horizontes más amplios para expresarse, por lo que se trasladó a Londres, donde su estilo de vida bohemia, su apoyo a las luchas feministas, su excentricidad en el vestir y sus relaciones amorosas le valieron críticas injustas e incluso desprecios familiares, no obstante que siempre recibió el apoyo económico de su padre. Afortunadamente tuvo quien reconociera en ella no sólo su valentía frente a una moral todavía victoriana, sino sobre todo su gran talento como narradora, la finura de su prosa al describir la belleza de la naturaleza y el paisaje neozelandés, así como la vida cotidiana de su entorno familiar, y, al mismo tiempo, la sutileza con que deja traslucir las contradicciones de la sociedad burguesa, la frustración, la vaciedad o el amor silencioso de los personajes que conformaron su mundo. Comenzó a publicar sus relatos en revistas y pronto recibió el aplauso de lectores y críticos, especialmente durante la primera década del siglo, su época más productiva. Wellington, adonde nunca volvió, habrá de ser escenario de sus más entrañables y celebradas narraciones, y los personajes de su niñez serán, a través de su pluma, seres inolvidables. Murió muy joven, a los 34 años, víctima de la tuberculosis.
Beatriz Espejo nos brinda aquí su traducción y selección de las obras más representativas, y entre las más apreciadas, de Mansfield, así como una introducción muy completa sobre su vida y su obra.