Femmes en couches
Un voyage au cœur du mystère de la vie
Desde que somos seres humanos, las mujeres hemos parido en nuestras casas, sin contar cuántas semanas de gestación tiene el bebé, sin preocupar la edad de la madre o el tamaño de su pelvis, si el cuello del útero está corto y blando, si la embarazada es alta o baja, si es delgada o con sobrepeso, si el bebé viene enredado en el cordón umbilical, si la placenta tiene calcificaciones, si hay poco o mucho líquido amniótico... simplemente se esperaba el día que diera inicio el trabajo de parto y se recibía en casa al bebé... Si para el nacimiento algo en la naturaleza humana estuviera mal, la evolución hubiera apuntado hacia otro lado o simplemente la raza humana se hubiera extinguido.