Corazón de carne
Poemario
Prologar es una acción difícil: requiere el tiento del rocío que no mancilla los pétalos; el fuego del crisol que trasluce el oro que corre por la roca; la fuerza de la luz que trae a la mirada lo que temeroso se esconde. Este arte y servicio se torna más penoso cuando lo que se contiene en adelante no son letras ni trazos de colores solamente, sino un Corazón de Carne.