Rodear la tierra (y andar por ella)
La obra que usted tiene entre sus manos es un libro de crónicas de viajes con descripciones y reflexiones que su autor, mi amigo Carlos Mal, ha hecho en lugares tan variopintos como Calcuta, París, Hermosillo, Hollywood, Nueva York y el hermoso desierto de Arizona. Sus observaciones y anécdotas se ven aquí y allá adornadas con ilustraciones de preciosa manufactura y se enmarcan en una publicación de primorosa elaboración, lo que termina en un carnaval de lectura, ideal para los bibliómanos como yo y seguramente como usted, quien ha recogido con curiosidad este ejemplar para ojearlo.
Si bien los viajes de Carlos Mal (me habría gustado que este fuese el título) se documentan aquí con un florido despliegue de don de letras, en verdad lo que se asoma por detrás de sus líneas cínicas y adictivas es la labor de un campeón de la subjetividad periodística, de esa lucha por la que nadie quiere dar su sangre y por la que nadie ha, hasta hoy, brillado con tanta lumbre en Hispanoamérica.
Yo levanto la curveada espina de mi oscura uña a manera de un pulgar en el aire como señal de aprobación por este, el sofomoro esfuerzo literario de mi buen camarada en las armas y en las letras, don Carlos Mal. Larga vida al Club Chufa.