Arquitectura entre el mar y tierra adentro
Patrimonio edificado del siglo XX en siete puertos mexicanos
El libro ofrece un análisis del patrimonio construido en entornos urbanos edificados frente al mar a causa de su actividad económica y productiva, pues se reconoce que el desarrollo de los puertos se ha visto sometido no sólo a las propias influencias regionales, sino también por sus vínculos con otros puertos —nacionales o de otros países— lo que los ha insuflado de una dinámica que es distinta de aquellos asentamientos de tierra adentro. Es innegable que el intenso flujo de personas, sus particulares hábitos y costumbres, la preponderancia de la actividad mercantil, la generación de actividades industriales y la posición estratégica frente al mar han definido en la arquitectura y forma urbana de los puertos mexicanos, ya sea que esa vocación continúe desde su fundación —en ocasiones desde el México antiguo— o que haya declinado o bien transformado su actividad portuaria —como ha ocurrido con algunos asentamientos virreinales— pero que finalmente ha marcado su devenir.
Para la comprensión del patrimonio portuario, se seleccionaron siete puertos mexicanos organizados de acuerdo con el litoral en que se hallan: del Océano Pacífico Mazatlán, Manzanillo y Acapulco; de la costa del Golfo de México Veracruz, Campeche y Progreso; y, por último, frente al Mar Caribe se incluyó el puerto de Chetumal. Estos siete puertos reúnen obras que presentan características objetuales que potencian vivencias positivas y que nos conducen adherirles valores de acuerdo con las nociones patrimoniales vigentes.