Entre azul y buenas noches
En un ensayo sobre el arte en la época de la reproductibilidad técnica, Walter Benjamín propone el concepto de “inconsciente óptico” para referirse a la fotografía.
El inconsciente óptico que hay en estos bloques fotográficos nos hablan de una cultura que es mucho más que dogmas y tradiciones que los mexicanos no entendemos.
Con las fotografías de Mónica Armendariz descubrimos una comunidad disciplinada y trabajadora que ha sabido llegar a la modernidad sin abandonar sus costumbres; al contrario, las han vuelto parte de su presente y las usan como estandarte para avanzar hacia el futuro.
Los bloques fotográficos de Mónica son honestos, contrastantes pero sobre todo; cargados de emociones y nostalgia.
Las composiciones fotográficas en estas páginas evidencian un ojo lleno de talento natural y de nostalgia.
Esta colección de fotografías nos habla de un acercamiento muy íntimo a la comunidad menonita, una comunidad que bien podría describirse con las mismas palabras con las que se describen sus fotografías llenas de contrastes, texturas de gamas cromáticas que ilustran dogmas y tradición. Las fotografías son como lo que uno encontraría entre el óxido y la abundancia.