A fuego y sangre
Antología con cuentos de hechizos, pócimas y brujería
Hoy las llamarían médicas, químicas, mujeres fuertes que se salen de la norma social. No así en la edad media: a aquellas mujeres con conocimientos de anatomía, botánica, sexualidad y reproducción, interpretados como un poder del Diablo, se les conocía con otro nombre: brujas.
Las tinieblas del oscurantismo medieval, reino de la ignorancia y el fanatismo, constituyeron tierra fértil para posturas irracionales y creencias en misteriosos seres, como los diablos, las brujas y los hechiceros. Rumores de reuniones nocturnas, orgías sexuales, adoración del demonio y pócimas mágicas alimentaban esas supersticiones.
Aquella época oscura caracterizada por hambre, miedo y represión constituyó el mayor auge de la persecución de las brujas, especialmente en Europa. Manuales de inquisición como el Martillo de Brujas, que le atribuyeron una debilidad espiritual y una tendencia natural hacia el mal a la mujer, permitían identificar y torturar a mujeres acusadas de brujería y tuvieron un profundo impacto en la histeria de la cacería de las brujas y sus juicios en el continente europeo durante más de 200 años.
Si estás preparado para potros y hogueras, nuestros cuentos dedicados a la figura mística de la bruja medieval te llevarán de regreso en el tiempo. Súbete a nuestra escoba y acompáñanos al aquelarre.