El mundo de Odiseo
El panorama social que se vislumbra en una obra literaria trasciende el escenario en el que se mueven los héroes y el resto de personajes secundarios. Bajo esta premisa, se bosqueja aquí la sociedad humana que sirvió como trasfondo a los poemas épicos de Homero. Finley reconoce que los héroes homéricos son distintos a nosotros en grado, pero no en género. De hecho, explica, siempre existe en ellos ese elemento excepcional inherente a los héroes de las gestas, pero invariablemente poseen también ese otro elemento de familiaridad sin el cual serían monstruos o quimeras. Desde esta perspectiva, muestra un universo aristocrático, casi exclusivo de guerreros, de reyes y de dioses que se parecen más a los hombres que todos los dioses que existieron antes o después y en el que los valores supremos son la riqueza, las hazañas y el honor. La obra rinde un cumplido homenaje a Homero, quien, como veinticinco siglos después escribiría Borges, escuchó “un rumor de gloria y hexámetros, un rumor de hombres que defienden un templo que los dioses no salvarán”.