MéxicoMéxico
Detalle
ISBN 978-607-30-6807-9

Novelas en Tránsito

Autor:Altamirano Basilio, Ignacio Manuel
Colaboradores:
Jiménez Aguirre, Gustavo Humberto (Editor Literario)
Jiménez Aguirre, Gustavo Humberto (Prologuista)
Editorial:Universidad Nacional Autónoma de México
Materia:Retórica de la novelística
Público objetivo:General
Publicado:2022-10-28
Número de edición:1
Tamaño:708Kb
Soporte:Digital
Formato:PDF
Idioma:Español

Reseña

En 2009, como parte de la primera etapa de La novela corta: una bibliotca virtual
, se inició la edición de veintiocho novelas cortas con dos
objetivos: actualizar la lectura y la comprensión de un corpus originalmente publicado a partir de
1872 y hasta 1922, y para promover su estudio y la reflexión en torno al género de la novela corta de
este periodo. Desde aquel año se concebió una colección abierta: actualmente, el catálogo contiene
34 títulos en dos series y, al día de hoy (octubre de 2022), nuevos títulos se encuentran en proceso
editorial.
Narradores de varias generaciones y estéticas conviven en aquella travesía finisecular de la
modernidad hacia otra etapa de crisis y refundación del género durante la década de 1920. Un aire de
familia recorre la novela corta de entre siglos: padres adánicos (Justo Sierra e Igncio Manuel
Altamirano), tíos anarquistas o institucionales (José T. Cuéllar, Emilio Rabasa, Federico Gamboa,
Rafael Delgado), hijos e hijas contemporáneos de las metrópolis capitalistas (Amado Nervo, María
Enriqueta Camarillo, Laura Méndez de Cuenca, Ciro B. Ceballos, Efrén Rebolledo...), primos
discordes (Hilarión Frías y Soto, Ángel de Campo...), incómodos parientes nacionalistas (Mariano
Azuela, Francisco Monterde...) y hasta intrusos de última hora (Guillermo Jiménez, Carlos Noriega
Hope, estos últimos serán publicados próximamente).
Los editores se negaron a emplear tendencias estético-literarias, así como generacionales, entre
otras herramientas metodológicas, por considerarlas insuficientes para determinar las coordenadas
espacio-temporales de las novelas que ingresarían a esta colección. Para identificar y valorar los
rasgos genéricos dominantes durante aquella época y conocer la interacción con obras y géneros,
dentro y fuera de la literatura mexicana, cada novela fue tratada crítica y textualmente por separado.
El corte temporal se realizó en 1872, a partir de dos historias publicadas, por entregas, en El Domingo.
Semanario de Literatura, Ciencias y Mejoras Materiales: se tratan de Confesiones de un pianista
(Justo Sierra) y Antonia (Ignacio Manuel Altamirano). Estos escritores dieron un giro inusitado a la
tradición narrativa que surgió en torno a las reuniones de la Academia de Letrán.
Por otra parte, las narraciones publicadas en calidad de cuentos en los Años nuevos de la
Academia (1837-1840) reflejan la primera conciencia del género que historiamos entre los miembros
de una comunidad literaria. Las primeras luces de la novela corta en México se distinguen con nitidez
en Netzula (José María Lacunza) y Euclea o la griega de Trieste de José Justo Gómez de la Cortina.
En las novelas de entre siglos se explora el uso de otras formas discursivas para aumentar la
densidad textual del relato, el peso de la trama y la fragmentación temporal. El donador de almas
(Nervo) y El de los claveles dobles (De Campo) son ejemplos culminantes de esta renovación formal.
Al mismo tiempo Ceballos, Méndez de Cuenca y Rebolledo diversifican las posibilidades
constructivas y el uso de un rasgo dominante: la profundidad y el análisis de los acontecimientos y
de los personajes presentados en una sola línea argumental.
El oficio magistral de Altamirano, Othón, Nervo, Méndez de Cuenca, De Campo y Jiménez,
entre otros, recuerda que el género no es cierta camisa de fuerza sino un traje a la medida de las
libertades o limitaciones asumidas en la escritura. Los paratextos de Antonia, Mencía, El Madrigal
de Cetina y Salamandra predisponen al diálogo con los lectores y anuncian los rasgos escriturales de
cada historia.
Las novelas fundamentales de Justo Sierra y Altamirano presentan personajes en crisis,
confrontados con la sociedad y con su entorno cultural. El camino ascendente de héroes y heroínas
inicia con las confesiones alucinadas de Eduardo en la novela de Sierra y con las memorias
desencantadas de Jorge en Antonia. Con el relevo secular, algunos personajes terminan sus días en el
desván de las obsesiones libidinales que los enfrentan con la sociedad burguesa y mercantilista,
destructora de talentos literarios en las prensas periódicas. La alegoría de Salamandra (1918) clausura
tardíamente esta temática recurrente.
Otros personajes viven en estas historias a partir de 1911. Algunos perfilan la galería de
generales y arribistas del poder que, no muy tarde, desfilará con la zaga de la novela de la Revolución
mexicana. Sus parientes lejanos asoman en la sátira desencantada que Azuela anticipa en Andrés
Pérez, maderista y Domitilo quiere ser diputado. El resurgimiento de asuntos históricos en la novela
corta —los inmediatos al movimiento armado o los aparentemente lejanos de la novela colonialista
que se escribe desde 1917 hasta 1926— pone sobre la mesa la historicidad y la dinámica de las series
literarias. Novelas en Tránsito recoge varias de ellas para dar paso a la novela corta del siglo XX en
México.

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