Maniática de la explicación
Acostumbrados a asombrarse con el mundo, los niños suelen hacer preguntas que muchas veces los padres no saben responder. Sin embargo, había una vez una niña a la que le gustaba inventar una explicación sencilla para cada cosa. Por ejemplo, para ella, disculpa es una palabra que quiere ser un beso, y un beso es el sello que sirve para mostrar que te gusta algo. El planeta podría ser menos complicado si empleamos la imaginación y las metáforas para describir lo que nos rodea.