Viaje a la memoria
Un recuento personal
En sentido estricto, no es un conjunto de notas autobiográficas, si bien las hay desde luego; ni un informe plagado de gráficos, cifras o eso que ahora se da en llamar -con cierta dosis de pedantería académica-, evidencia, aun cuando se usen para facilitar la explicación de una política o una decisión. Tampoco es un rosario de anécdotas, aunque se incluyen varias que agilizan la lectura y con suerte la hacen más amena. Es más bien, por decirlo así, un libro que utiliza varios géneros -la microhistoria, el análisis político, cierta observación psicológica, la crónica de los hechos, algunas confidencias, uno que otro ajuste de cuentas, y, por supuesto, el relato- para compartir un repaso, confío en que razonablemente justo, ordenado y preciso, de mis diversas experiencias en el servicio público: desde los años que pasé trabajando para don Jesús Reyes Heroles y Carlos Salinas de Gortari o como gobernador de Aguascalientes, y, en menor medida, como embajador en Chile y secretario de Educación Pública, hasta las lecciones aprendidas en ese itinerario que puedan constituir una aportación pedagógica para aquellos que busquen -si alguno queda- dedicarse a la gestión pública o, con más amplitud, a la política.