Agua de roca
María Elena Cerecero es una poeta hecha y derecha, crecida y alimentada con las vicisitudes de
la vida y las cicatrices que deja. Es una mujer intensa que conserva ojos de niña y que ha sabido
hacer crecer su corazón conforme pasa el tiempo.
La vida, con todas sus luminosidades y sus sombras, la ha llevado y traído por caminos que le
han dejado cardos y cantos, susurros de luceros que pasan el tamiz de su pluma cuidadosa y nos
comparte, convertidos en poemas.
Esta obra poética de María Elena Cerecero nos llevará por callejones de sueños, por sombras
asombradas o por llantos como el agua.
En su delicada manera de extender sus palabras golondrinas, la poeta nos llama la atención para
sentir el beso caliente de la tierra, esa tierra ceniza que también presagia ausencias y dolores,
donde los sueños no responden y los fantasmas espantan con sus soledades.
Agua de roca es un recorrido por las distintas estancias de esta poeta errante que sabe caminar
por lo oscurito, no quiere que la olviden los recuerdos y sale a oler la vida y respirar la calle.
Liz Durand Goytia