Vicente Guerrero Libertador
Esbozos biográficos
Vicente Guerrero antes de ser el gran prócer de la Independencia de México, antes de ser el consumador de la Independencia y convertirse en el héroe epónimo del que nos sentimos orgullosos, fue arriero en Tixtla. Todo lo aprendido en esta región lo aprovechó en las duras batallas que significó la guerra armada por la emancipación de México, pero también, en esa otra gran lucha contra sí mismo para seguir adelante. De ambas, hoy recogemos más que una serie de frases: un retrato de múltiples per les, un rostro visto desde muchos ángulos, una gura que en el horizonte de nuestra historia nacional da cuenta de lo caleidoscópica de nuestra identidad.
El ideal del hombre que se vislumbra en las páginas que el lector tiene entre sus manos, se trasluce como la estatura del héroe mítico que alberga nuestra imaginación y querencia por el personaje. Su visión de la gran nación que estaba llevando en sus hombros hacia la libertad, continuando la tarea de quienes habían perdido la vida por ese trance, le dieron la fuerza y la inteligencia necesarias para destacar como un gran insurgente. La estrategia fue pilar esencial en el arte noble de una guerra que buscaba la libertad, no sólo del yugo del hombre por el hombre, sino de la soberanía que significa el respeto entre naciones.
En nuestro imaginario histórico quizá sea Vicente Guerrero el personaje libertario menos recordado; como guerrerenses, en los dos sentidos de identidad y pertenencia, debemos continuar bregando para que se mantenga en nuestro ideario democrático ese espíritu inigualable de emancipación al que le inspiró vida; esa preparación constante que le dio el impulso para superarse para la gobernanza de un país en construcción; su visión política para aprender a usarla en bene cio de los más desafortunados; pero, sobre todo, no debemos dejar que el polvo del olvido borre poco a poco esa gura señera que nunca perdió de vista su objetivo del ideal de Nación; su amor por el país que supo demostrar ante su padre y ante el suelo que lo vio nacer, al dedicar su espíritu y cuerpo a la patria; esa frase que hoy lega su fuerza a todos quienes nos empeñamos en la política y la administración pública: La Patria es primero.