La otra cara de los derechos humanos
Hablar de derechos humanos con una visión crítica nunca ha sido una tarea fácil, implica comprender su trasfondo filosófico antes de ir a la estructura normativa. La pandemia ocurrida durante 2020 nos ha demostrado la escasa comprensión que se tiene sobre el tema de derechos humanos. América se encuentra en un punto álgido sobre este tema, las denominadas falsas reivindicaciones jurídicas operan conforme a los intereses y circunstancias especiales de cada sociedad. Resulta de interés establecer como punto de comparación las reivindicaciones a través del denominado movimiento Black lives matter y su influencia en otros países como México, no obstante, llega en el punto de lo absurdo, al demostrar que estas reivindicaciones forman parte de la denominada sociedad del espectáculo.
La pena privativa de libertad es una medida punitiva mediante la cual se priva de la libertad al sentenciado, recluyéndole en un establecimiento penal, en el cual se somete a un régimen especial en su vida cotidiana a fin de poder ser reinsertado en la sociedad. El sistema penitenciario tiene como objetivo readaptar la conducta del individuo para que no vuelva a cometer delitos, para ello se guía mediante una política criminal fundada en tres pilares fundamentales; el trabajo, la educación y el deporte. Sin embargo, actualmente la prisión se ha convertido en una institución social con objetivos cada vez más complejos y contradictorios, principalmente en lo concerniente al trabajo penitenciario porque muchas de las personas privadas de su libertad se dedican al ocio y no cumplen con los objetivos, volviéndose la pena privativa de libertad poco influyente para readaptar la conducta de estas personas. Las prisiones en México reflejan las injusticias sociales llevas al extremo, la perversión, la mísera humana y la desidia del Estado por cambiar el régimen penitenciario.
El terrorismo, resulta ser un concepto tan amplio que no tiene una definición totalmente aceptada, pues resulta ser un término dinámico el cual cambia de acuerdo a las percepciones sociales, históricas, políticas y jurídicas. El terrorismo fue estudiado con mayor ímpetu a partir de los acontecimientos ocurridos el 11 de septiembre de 2001, lo cual llevó a establecer un parámetro de doctrinas relacionadas con los distintos tipos del terrorismo, los estados de excepción y el combate a las amenazas.
En el presente obra aborda de manera sintetizada lo acontecido en Estados Unidos el día 6 de enero del año 2021, desde una óptica crítica permite cuestionar si estos actos pueden ser clasificados como actos de terrorismo o bien como simple disturbios públicos. Así mismo, se hace el análisis del perfil de algunos de uno de los manifestantes que irrumpieron en el capitolio Jacob Anthony Angeli Chansely conocido como QAnon Shaman, o Yellowstone Wolf, cuya icónica vestimenta de druida implica la manifestación de los ideales supremacistas blancos y como estos grupos han retomado una especial importancia en los Estados Unidos de Norteamérica.
El trabajo las situaciones de los estados de excepción, los cuales en ocasiones son dictados por los estados para combatir el terrorismo, además, se hace hincapié en la prolongación de dichos estados de excepción, así como las políticas de seguridad pública, pueden ser mucho más perjudicial para los seres humanos que los mismos actos terroristas. El artículo no deja pasar por alto el estudio de algunos actores individuales del terrorismo, los denominados lobos solitarios, así como los grupos terroristas como ISIS y el Estado Islámico, también se hace la comparación de estos grupos con los carteles del crimen organizado. Este trabajo aborda los componentes señalados por Alex Schmid en la construcción de las definiciones respecto del concepto de terrorismo, y la constante hegemonía en la construcción de una definición del término terrorista por parte de los políticos, académicos y juristas de Occidente.