Perro
El comienzo: un centenar de mimos intenta construir un muro imaginario frente a un pelotón de fusilamiento. El lugar: la frontera norte de México y sur de Estados Unidos devastada por el fracking y los terremotos, y convertida en un enorme archipiélago donde el clima ha enloquecido. Un laboratorio secreto de bio-tecnología genética opera en un viejo monasterio abandonado en la isla de Ojinaga, experimentando con cruzas entre monstruos, implantes cibernéticos y traspasos de conciencia. Hacia allá van a derivar los personajes de la novela: un subnormal con un trastorno denominado excitación epileptoide, un extraño conejo pelado, un circo de fenómenos en decadencia, unos narcos rusos, una secta religiosa violenta, un Ambrose Bierce inmortal que quiere morir y cuenta su peripecia con la revolución de Pancho Villa, un profesor de literatura latinoamericano que busca la fama y un plato volador. Semejante encuentro no puede eludir su veta de amenaza a las expectativas más aventureras y la imaginación del lector más osado. El autor nos propone una novela metamórfica, polifónica, a mitad de camino entre la narrativa fantástica y la ciencia ficción, en una zona de riesgo, siempre impredecible, inestable y peligrosa, en un mundo distópico en el que los personajes parecen no saber muy bien el lugar que ocupan, para qué han venido ni cómo seguir.