El espíritu del 22
Un siglo de muralismo en San Ildefonso
El espíritu del 22. Un siglo de muralismo en San Ildefonso
El muralismo fue parte de la reflexión sobre la identidad nacional que originó e impulsó la Revolución mexicana, así como también lo fueron la novela y el corrido revolucionarios y el teatro de revista, entre otras expresiones. El arte retomó los grandes problemas nacionales, se apropió de temas crudos con un lenguaje realista en el que se expuso la pobreza del pueblo y su lucha por obtener justicia. El muralismo representó visiones culturales, históricas, más con fines educativos que de testimonio.
Pero más allá del uso ideológico del arte, la aportación de los muralistas fue abandonar el taller y el caballete, usar pinceles y brochas, pintar sobre escaleras y andamios, aprovechar la perspectiva y la bóveda, colocar una interpretación gráfica a la vista de los transeúntes, una interpretación integrada a los edificios y al paisaje urbano. Con los muralistas, el arte fue arte social: arte del pueblo.