Aquí no cantan los gallos
Apan, Hidalgo a 25 de abril de 2022.
A un posible lector de Aquí no cantan los gallos:
Ya casi nadie lee literatura. Seguramente tienen razones consistentes y honorables para no hacerlo.
El principal argumento es que la literatura no entretiene como una película, una serie o un meme.
Y no les falta razón.
¿Por qué se escriben aún libros de relatos? ¿Por qué los sigue publicando el Estado? ¿Por qué entramos a librerías buscando en estos artefactos del pasado alguna respuesta?
Lector, lo hacemos para encontrar esta clase de joyas, minúsculas, sin mucha publicidad más allá del destello local. Libros de culto personal.
Ante los seis cuentos siguientes nace en Aquí no cantan los gallos un libro entretenido que mezcla la cultura popular en la intimidad cotidiana de los personajes.
Literatura donde el Cruz Azul, la lucha libre, el huachicol, la música generacional y sus múltiples evocaciones, el (des)amor propio y el EZLN confluyen en un libro justo, sin páginas de más, presto, rotundamente disfrutable, al mismo tiempo satírico y memorialístico.
Lector, es necesario ponderarlo: acá hay literatura, pero también goce.
Sospecho que el escritor se lo pasó muy bien haciéndolo. Tú también lo disfrutarás.
Ojalá que esta carta te haya incitado a la lectura, aunque sea para contradecir mis postulados.
Ojalá.
Atentamente,
Enrique Olmos de Ita
El gran blasfemo, el que lleva la carroza hacia el infierno