Reseña

Hay miles de libros, artículos, cursos, videos, clases, mantras para enseñarte a amar tu cuerpo, tu mente, tu inteligencia. La buena y la mala noticia es que en realidad nadie puede enseñarte a amarte: el amor es algo que te habita y con él interactúas con el mundo. Por eso quien tiene que aprender a amarse eres tú y de ahí surge lo demás.
Las personas felices y satisfechas generan entornos positivos, creativos, generosos. Las personas lastimadas crean conflicto, pleitos, dolor a su alrededor. Por eso es tan importante conocer tus heridas; no se puede poner remedio sobre algo desconocido.
¿Has visto a una mujer inteligente, talentosa, bella, exitosa, emprendedora, llena de virtudes, planes de vida y dispuesta a amar, frustrada porque no tiene pareja, o porque la persona que desea ni la mira? ¿O tan concentrada en los demás que se abandona y cuando llega el momento de usar su propia fuerza, está adormecida y mejor se queda donde es infeliz?
¿Esa mujer eres tú?
Yo sí la he visto, he sido ella en varios momentos de mi propia historia... y estoy cansada de escuchar una y otra vez la misma cantaleta.
A veces una es la última en darse cuenta de la persona que es. Quiero que te seduzcas a ti misma, que te mires y reconozcas en todo tu esplendor, sin esperar a que alguien más venga a arreglarte el día, o peor aún, a arruinártelo.
En mi camino como escritora de literatura erótica y estudiosa del comportamiento humano, que dedica su inspiración del día a día a contar historias donde las mujeres somos protagonistas y no acompañantes o espectadoras, he escuchado una y otra vez narraciones de dependencia emocional, económica, intelectual; de vivir a través de los logros de otros, del agrado o desagrado ajeno, del olvido de la persona y el nulo desarrollo de habilidades y deseos propios.
También he estado ahí.
Ha llegado el momento de cambiar eso, de poder mirarnos a los ojos sin expectativas, con el entendimiento y la percepción abiertas a los hallazgos que la vida nos va colocando para que hagamos deleite con ellos.
Te invito a que te adentres en estas páginas con la mente abierta a nuevas posibilidades, a que desaprendas aquello que solo te ha servido para vivir insatisfecha y estés dispuesta a desafiar a tu educación y tus propios límites. Vinimos a este mundo a explorar, a experimentar, a tener miedo; también a aprender a enfrentarlo para conquistar a la única persona que en realidad es importante conquistar. Esa eres tú.
Al final encontrarás una lista de libros que te recomiendo si deseas ampliar alguno de los temas, un anexo con distintos artículos que he publicado en revistas y mi parte favorita: mis anticonsejos para relacionarte con los hombres (que sirva de algo mi liviandad sexual y mis múltiples experiencias, algunas ricas, algunas excelsas y algunas desagradables, con tantas parejas). El conocimiento es mejor si se comparte.
No busco estereotipar ni a hombres ni a mujeres ni englobar a un solo tipo de relación o de individuo. Ni pretendo encontrar el hilo negro. Estas páginas no sustituyen el necesario apoyo de un terapeuta en casos en que sientas que no puedes sola; si crees que tus emociones te sobrepasan busca ayuda profesional. Al final de algunos capítulos encontrarás líneas para escribir tus impresiones; todo trabajo de autoconocimiento llega a la cumbre cuando ya procesaste la información y eres capaz de explicarte.
Eres ama de tus circunstancias y dueña de tus emociones, recuérdalo a cada paso del camino #PorUnaVidaSexy.