Reseña

Una exploración es motivada por un interés. Para Hugo Toro, aquí quizá su intención sea la de realizar, al tiempo de transmitir, una visión de conjunto. Ineludible evocar que algo por conocer es investido como la fuente de sapere aude (atrévete a pensar o “ten valor para servirte de tu propio entendimiento” según Kant) pues llegado el momento, se alcanza la posibilidad de asumir las propias conclusiones. En este caso, en torno al método de Lacan, surge la posibilidad de saber saborear las vicisitudes de la práctica psicoanalítica.
Para emprender este recorrido, podríamos situarnos como agentes de exploración, en la avidez de un internamiento hacia las complejidades de un sistema de pensamiento y hacia la especificad de una praxis. El gusto, interés, disposición o cercanía que cada quien mantiene con el argot de la enseñanza de Lacan, se verán modificados. Una interrogante nueva, un replanteamiento, ahondamientos, etc. irán saliendo al paso.
Subsanar algo de la deuda pendiente hacia quienes han contribuido –con su obra, su pensamiento y su práctica– a una comprensión e interpretación de lo humano y de la realidad, posiblemente sea la causa de este libro. Pudiera considerársele como un acto que, de cierta forma, es expresión o respuesta a las posibles suturas que el sistema de pensamiento de Lacan, realiza en las aberturas de la práctica psicoanalítica de quienes estamos advertidos de la raigambre teórico-práctica que, en el psicoanálisis, adquiere un movimiento de interrogación constante.
¿Cómo leer la contribución técnica de Lacan al psicoanálisis? Pregunta que seguramente nos planteamos en algún momento o que, pese haber comenzado, sigue presente. Una (radio)grafía del sistema de pensamiento de Lacan, develaría más del acto analítico y menos del «ser del analista». Aquí, es ofrecido un panorama que baliza el horizonte de la técnica y del posicionamiento de Lacan al respecto de saber-hacer: legitimado en la ética del deseo de analizar.