Caminos docentes
Entre abonos, injertos y venenos. Clemente Antonio Neve (1829-1905)
Este libro cuenta la trágica historia del paradójico, controvertido y polémico maestro Clemente Antonio Neve, un hombre dispuesto con toda su voluntad, a prueba de fuego, a cambiar, a través de la enseñanza moderna, el dramático destino de los niños, mayoritariamente indígenas. Al profesor Neve le tocó vivir el largo y sinuoso camino de México en busca de su construcción como nación. Clemente nació en la ciudad de México en 1829 cuando las epidemias y los pronunciamientos eran el pan de todos los días y murió en 1905 cuando los detonadores de inconformidad social del régimen porfirista eran más que evidentes. Ni en las épocas de gloria ni en su carrera magisterial ganó un sueldo digno, que fuese suficiente para que él gozara con su esposa y sus dos hijos, de un techo y comidas decorosas.
Clemente Antonio me abrió una puerta distinta al México del siglo XIX. El estudio de una época a través de un personaje permite adentrarse a un pasado “vivo,” “auténtico,” debido a que la abundancia de documentos biográficos es rica, variada y contrastante. La escala de observación es microscópica y el análisis del material documental revela hechos que expanden una realidad multiforme, plural, caleidoscópica. La potencia de la biografía moderna deriva de un cruzamiento con otras disciplinas como la historia cultural, la de las mentalidades, la microhistoria, las emociones y los sentimientos y otras más, siempre moduladas social y culturalmente.
Clemente Antonio Neve ejerció la docencia de manera ininterrumpida de 1855 a 1903. Radicó en varios pueblos de Hidalgo, Puebla, Estado de México y en diversas municipalidades de la ciudad de México. Eran pequeñas localidades de 1000-2000 habitantes que luchaban contra la anarquía, guerras y escasez de recursos y en ese ambiente caótico lidiaban también para que los niños fuesen a la escuela. Ninguna escuela era igual a otra, la parte que definía la calidad era la vocación y preparación del maestro. Y, pese a sus ataques de ira, el profesor Neve era extraordinario, en todos los sentidos de la palabra.
Contra viento y marea, algunos funcionarios y maestros como Clemente Antonio fueron edificando los cimientos de la pedagogía moderna. Nacieron con los principios de una educación tradicional, netamente religiosa, crecieron bajo el vaivén de estos principios y aquellos modernos que intentaban prohibir la enseñanza de la religión en las aulas escolares, y les tocó vivir, a partir de 1867 que estas ideas aterrizaran en forma de ley. La biografía de Clemente Antonio Neve relata la historia de este largo transitar de México en busca de la modernidad y de la modernidad educativa. Su bella y armoniosa caligrafía, poco común en esa época, evoca las huellas sutiles de que en la escritura encontró su mejor destino.