Reseña

Adolf Hitler siempre tuvo en mente hacer uso de las artes oscuras. Era completamente dependiente de la astrología y las lecturas de tarot, aun a pesar de que prohibió estas prácticas y las condenó públicamente. Sin embargo, apoyado en las sociedades secretas que en la décadas de los treinta y cuarenta del siglo pasado, pululaban en toda Alemania, era el centro de rituales y aquelarres para lograr el control total del poder absoluto. Particularmente las sociedades Ahnenerbe y Thule, fueron su bastión principal al respecto de la búsqueda de los artefactos mágicos de poder, en todo el mundo y en las cuales se concentraron las expediciones e investigaciones más ambiciosas en ese sentido, bajo la dirección de uno de sus más grandes colaboradores: Heinrich Himmler. A estas sociedades pertenecía la Orden Negra, formada por los miembros de la más alta cúpula del poder nazi.