El inquisidor Pamplinas
Entremés
“Pida destino a Indias, decían. Ahí están las almas frescas y ahí está el dinero, decían”. El
doctor don Crisóstomo de Aguiar Cejas y Pamplinas, presbítero y comisario del Santo
Oficio de la Nueva España, preferiría estar sorprendiendo la corte con sus brillantes
sermones, o bien cruzando pluma, instruyendo expedientes y sentenciando tormentos
cuando el caso valiera la molestia. Sin embargo, la Divina Providencia ha tenido a bien
destinarle uno de cómicas, merolicos, palabreros, saltimbanquis, volatines, fandangueras,
tunantes, maromeros, chinos y cuarterones, simples y malcasadas, vagos y entretenidos,
zaragates y zaramullos como ni en la mera puerta de la Macarena de Sevilla... Un día hábil
cualquiera en el Santo Tribunal de la Nueva España, en algún momento del siglo XVIII.